miércoles, 18 de febrero de 2009

“Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica.” Salvador Allende



Sin miedo a que me califiquen como irresponsable, sin miedo a que me crean un nostálgico, voy a decir mil veces con convicción que bajo ningún punto de vista puedo tolerar como padre, como empleado, como vecino, como ciudadano y como militante que la policía maltrate a los jóvenes.No existe fundamento alguno para escuchar, como me fui enterando luego de lo sucedido el domingo, que los golpean, que los encierran por el color de su cara, que les pegan en la cocina de alguna comisaría. Ya iremos recopilando pruebas que nos permitan actuar ante estas irregularidades, pero insisto en que es inconcebible.La hipocresía de los adultos es la que tiene que terminar.Sabemos quien vende la droga, pero encerramos a los pibes víctimas del flagelo. Sabemos que no tienen un mango, pero les exigimos Nike para entrar al boliche.Sabemos que van por Rivadavia, porque para ir por Sánez Peña no tenés que tener gorrita.Sabemos que viven detrás de la vía, pero no queremos que usen motos.Sabemos que los que tienen Honda Dax tampoco usan casco, pero agarramos al de la zanellita.Sabemos que por vivir su juventud en semejante contexto que les dejamos tienen conductas irracionales, desesperanzadas y rebeldes.Yo lo celebro. Celebro la hora en que la juventud tiene la oportunidad de ver que tiene que ser protagonista. Me niego a que los actos del domingo sean hechos aislados que quedarán en el recuerdo. No para incitar a la violencia sino para insistir en que los jóvenes de nuestra ciudad no pidan, EXIJAN, inclusión, espacios verdes, cultura, trabajo digno, esperanza, tolerancia, igualdad de oportunidades, normas claras, educación y se transformen en actores determinantes. Cuando ven que durante meses cortaron rutas quienes tienen ganancias extraordinarias haciendo lobby, desestabilizando un gobierno. ¿Que mensaje les estamos dando? No me interesa con hipocresía decirles que nos acordamos cuando nos conviene del respeto a las leyes en Estado de Derecho, de que es inconstitucional cortar calles; quiero decirles: las calles son de ustedes si las quieren para expresarse, para hacer arte, para caminarlas, para tomar mates con amigos, para manifestarse. Democraticen el espacio público, denle vida a esa palabra de nuevo. A mi generación el mayo francés nos enseñó que una barricada cierra la calle pero abre caminos nuevos. Abre a la utopía, abre a la creatividad, a la inclusión, que es lo que los pibes nuestros están necesitando. No los subestimemos: cuando tengan eso, entenderán también cuales son sus obligaciones.

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Plaza 24 de Marzo 2001

Plaza 24 de Marzo 2001
Mariano Fernández Martín